Hoy voy a hablaros de lo que mas odio en el mundo entero... el teléfono móvil.
Este instrumento que en teoría dicen que acerca a las personas y nos permite estar en contacto en cualquier lugar y hora... tambien nos permite estar jodidos bajo las mismas circunstancias...
¿A quién no le ha sonado el puto teléfono mientras dormía?
¿Quién no esta harto de recibir llamadas publicitarias de los dichosos operadores?
¿Acaso no odiamos todos los putos mensajes de publicidad, o esos escritos por algún ente pensante que decició que lo mejor era escribir sin vocales ni espacios?
¿No odiamos cuando el telefono suena o vibra en el peor momento?
Para colmo de males, el teléfono se ha convertido en mi despertador por las mañanas, de modo que representa dos objetos que detesto en uno solo... mira tu que bien.
Luego está el plus de las llamadas largas, si, esas entrañables llamadas apurando el 60x1 de los cojones, que te dejan con un calentón de oreja que te hace sentir el cerumen líquido intentando acceder a tu cerebro... por no hablar del mal humor derivado del agobio que produce tener el aparatito calentorro pegado al tarro durante tiempos prolongados.
Pasemos ahora a hablar de otro factor adicional que me hace odiar los teléfonos: los niñatos.
Esos seres del inframundo, tienen tienen la puta manía de poner basura "musical" a toda polla con su teléfono, produciendo unos sonidos similares a los de el arrastre de un cacho de corcho contra una superficie deslizante, tanto en la calle como en los servicios de transporte público...
Es algo que me hace dudar entre odiar el teléfono o al interfecto que pone "música" en él... pero bueno, para ser generoso y justo... me cago en ambos por igual.
Luego está el factor timo, si... es obvio, llevamos casi 20 años pegados a los móviles y en pleno auge de la banda ancha seguimos pagando lo mismo por un puto mensaje de texto... por no hablar de el costo de las llamadas, y la ausencia práctica de tarifas planas reales, todo muy al estilo español (sablea como quieras, que no hay alternativas), no sea que algún día seamos pioneros en algo que no sea robar y estafar en este país.
En fin, para rematar el tema, pongo una foto de mi superterminal telefónico:
El jodido tiene como 5 años ya, y ahí sigue, dando el mismo porculo que el primer día... xD.
Como es obvio, paso de dejarme la pasta en un terminal nuevo ya que todo el bizarro movimiento en pro de convertir el teléfono en un puto centro multimedia para hormigas me parece absurdo.
Puedo entender funcionalidades como la del reproductor de mp3... pero ¿qué sentido tiene meterle unn mierda de cámara de fotos, o un sistema operativo entero y mil pijadas inútiles mas...? siempre que veo a alguien con un telefono "pepino", al mes lo usa solo para llamar y mensajitos... porque al final, el mp3 no se oye bien del todo, la camara no saca las fotos en condiciones, los juegos se manejan como el culo, las webs se ven fatal, etc...
La verdad esque ya solo le veo la gracia el aparatito cuando llega algún mensaje de buenas noticias, de algún amigote perdido, o en plan moña de alguien que no te esperas y tal.
Pero qué cojones, ¡para eso esta el correo!
Este instrumento que en teoría dicen que acerca a las personas y nos permite estar en contacto en cualquier lugar y hora... tambien nos permite estar jodidos bajo las mismas circunstancias...
¿A quién no le ha sonado el puto teléfono mientras dormía?
¿Quién no esta harto de recibir llamadas publicitarias de los dichosos operadores?
¿Acaso no odiamos todos los putos mensajes de publicidad, o esos escritos por algún ente pensante que decició que lo mejor era escribir sin vocales ni espacios?
¿No odiamos cuando el telefono suena o vibra en el peor momento?
Para colmo de males, el teléfono se ha convertido en mi despertador por las mañanas, de modo que representa dos objetos que detesto en uno solo... mira tu que bien.
Luego está el plus de las llamadas largas, si, esas entrañables llamadas apurando el 60x1 de los cojones, que te dejan con un calentón de oreja que te hace sentir el cerumen líquido intentando acceder a tu cerebro... por no hablar del mal humor derivado del agobio que produce tener el aparatito calentorro pegado al tarro durante tiempos prolongados.
Pasemos ahora a hablar de otro factor adicional que me hace odiar los teléfonos: los niñatos.
Esos seres del inframundo, tienen tienen la puta manía de poner basura "musical" a toda polla con su teléfono, produciendo unos sonidos similares a los de el arrastre de un cacho de corcho contra una superficie deslizante, tanto en la calle como en los servicios de transporte público...
Es algo que me hace dudar entre odiar el teléfono o al interfecto que pone "música" en él... pero bueno, para ser generoso y justo... me cago en ambos por igual.
Luego está el factor timo, si... es obvio, llevamos casi 20 años pegados a los móviles y en pleno auge de la banda ancha seguimos pagando lo mismo por un puto mensaje de texto... por no hablar de el costo de las llamadas, y la ausencia práctica de tarifas planas reales, todo muy al estilo español (sablea como quieras, que no hay alternativas), no sea que algún día seamos pioneros en algo que no sea robar y estafar en este país.
En fin, para rematar el tema, pongo una foto de mi superterminal telefónico:
El jodido tiene como 5 años ya, y ahí sigue, dando el mismo porculo que el primer día... xD.
Como es obvio, paso de dejarme la pasta en un terminal nuevo ya que todo el bizarro movimiento en pro de convertir el teléfono en un puto centro multimedia para hormigas me parece absurdo.
Puedo entender funcionalidades como la del reproductor de mp3... pero ¿qué sentido tiene meterle unn mierda de cámara de fotos, o un sistema operativo entero y mil pijadas inútiles mas...? siempre que veo a alguien con un telefono "pepino", al mes lo usa solo para llamar y mensajitos... porque al final, el mp3 no se oye bien del todo, la camara no saca las fotos en condiciones, los juegos se manejan como el culo, las webs se ven fatal, etc...
La verdad esque ya solo le veo la gracia el aparatito cuando llega algún mensaje de buenas noticias, de algún amigote perdido, o en plan moña de alguien que no te esperas y tal.
Pero qué cojones, ¡para eso esta el correo!